20/5/15

Conexiones: Ravenette, Sagan, Bateson y lo científico

Desafortunadamente, se ha considerado que la "ciencia" es una cosa especial en sí misma, algo que es ajeno a nuestras vidas cotidianas, algo que requiere un estudio especial, métodos especiales y leyes especiales. Pero nuestras propias vidas constituyen una aventura a lo desconocido. Hacemos que el futuro sea reconocible viviendo, y comprensible estableciendo predicciones sobre lo que pueda suceder. No siempre manifestamos nuestras previsiones; algunas previsiones han sido validadas con tanta frecuencia que los resultados los damos por hecho. No siempre establecemos previsiones específicas y somos sorprendentemente tolerantes, bajo ciertas circunstancias, con los resultados de nuestras aventuras. Sin embargo, nuestras previsiones estarán muy relacionadas con los resultados de las predicciones anteriores.

Visto de este modo, los individuos están experimentando continuamente con su propia conducta. La conducta no sólo es una respuesta, también puede ser una pregunta, al mismo tiempo

[...]

Cada vez que actuamos, hablamos o nos mantenemos en silencio esperamos que algo ocurra o no, tenemos ideas sobre cuál será el siguiente paso en la secuencia de la vida. Lo que hace que nuestra vida sea interesantes es que algunas de nuestras expectativas no siempre se satisfacen, aunque otras sí. Si siempre se produjeran, pronto nos aburriríamos de la vida. Por otra parte, si nunca pudiéramos establecer previsiones viviríamos como inmersos en la niebla.
- Ravenette, T. (2002). El Constructivismo en la Psicología Educativa. Bilbao: Decleé.


*
 
Si viviéramos en un plantea donde nunca cambia nada, habría poco que hacer. No habría nada que explicarse. No habría estímulo para la ciencia. Y si viviéramos en un mundo impredecible, donde las cosas cambian de modo fortuito o muy complejo, seríamos incapaces de explicarnos nada. Tampoco en este caso podría existir la ciencia. Pero vivimos en un universo intermedio, donde las cosas cambian, aunque de acuerdo a estructuras, a normas, o según nuestra terminología, a leyes de la naturaleza. Si lanzo un palo al aire, siempre cae hacia abajo. Si el Sol se pone por el oeste, siempre a la mañana siguiente sale por el este. Y así comienza a ser posible explicarse las cosas. Podemos hacer ciencia y por mediación de ella podemos perfeccionar nuestras vidas.

Los seres humanos están bien dotados para comprender el mundo. Siempre lo hemos estado. Pudimos cazar animales o hacer fuego porque habíamos comprendido algo. Hubo una época anterior a la televisión, anterior a las películas, anterior a la radio, anterior a los libros. La mayor parte de la existencia humana ha transcurrido en esa época. Sobre las ascuas mortecinas de un fuego de campaña, en una noche sin luna, nosotros contemplábamos las estrellas.
- Sagan, C. (2004) Cosmos. Madrid: Planeta.


*
 
La ciencia, como el arte, la religión, el comercio, la guerra y hasta el dormir, se basa en presupuestos. No obstante, difiere de la mayoría de las otras ramas de actividad humana en esto: no sólo los senderos por los cuales discurre el pensamiento científico están determinados por los presupuestos de los hombres de ciencia, sino que el objetivo de estos últimos es la comprobación y revisión de los viejos presupuestos y la creación de otros nuevos.
- Bateson, G. Espíritu (Mente) y naturaleza.- 2a ed. 2a reimp.- Buenos Aires: Amorrortu, 2002.

1 comentarios :

Alejandro dijo...

Qué bien, otro post de conexiones ;)

Me gustó especialmente la de Ravenette...

Un saludo

Alejandro