14/11/09

Y el agua nos rodea tentadora

Esa fue la frase que evocó mi memoria mientras que, con cara de sorpresa, comprendía poco a poco lo que había ocurrido; lo que estaban explicando esos científicos de la NASA que yo veía a través de mi televisor. La ciencia, es decir, los resultados obtenidos a partir del análisis de las imágenes y de los datos proporcionados, hace casi un mes, por la sonda LCROSS tras su impacto en la superficie lunar, cerca del polo sur, había confirmado la existencia de agua en nuestro único satélite natural.



Por otra parte, no me parece que sea de recibo utilizar un logro de tal magnitud para atacar a la prensa. Sería dignificar en exceso a ésta última. A los que nos dicen qué, cómo y cuándo suceden las cosas (el "por qué" últimamente ya parece que hasta sobra, no interesa), pero es que me resulta imposible no asombrarme, negativamente, claro está, cuando asistes al visionado de uno de esos programas que llaman "telediarios", vía fundamental de información de la mayoría de la población, y te encuentras con que la fusión entre dos aerolíneas, lo que le dice un engañabobos a otro o el último disco de la "estrella" de moda pasan por delante de lo verdaderamente importante y relevante. Los progresos del ser humano en el conocimiento del cosmos, en el conocimiento de sí mismo y de su lugar en aquél. Afortunadamente esto, que parece una broma de mal gusto, no ha pasado desapercibido, aunque, repito, el motivo de este post es otro.

En realidad la motivación fue la agradable sensación que me produjo, en medio de aquella situación de desconcierto mientras atendía atónito a lo que decían los científicos de la NASA, poder conectar lo experimentado mientras viajaba en la nave de la imaginación por el COSMOS creado o, mejor dicho, servido por Carl Sagan con lo que aquéllos científicos decían. "Somos una forma que el cosmos tiene de conocerse a sí mismo" creí escuchar como fondo de su discurso.

Este suceso me parece, simplemente, la confirmación a pequeña escala de que la anterior frase es una de las que más sentido puede dar a la vida, por que, aunque hayamos descubierto agua en la Luna, aunque esto nos pueda parecer lo más asombroso y fascinante, aunque pensemos en cómo gestionar ese recurso natural, en futuras bases lunares, incluso en posibles colonias de humanos allí... como dice Carl Sagan, no hemos hecho, ni estamos haciendo, sino acabar de mojarnos los tobillos en la orilla del océano cósmico. El agua parece invitarnos a seguir.

4 comentarios :

Paloma Carracedo dijo...

Hola David

Acercándome a leer tu último comentario, ese que estabas perfilando...me encuentro con este interesante descubrimiento.

Más que "tentadora" este agua se me antoja salvadora para aquellos "lunáticos" que continuan explorando más allá de lo funcional, en su paso por el cosmos.

Ahora tenemos más motivos para investigar ¿Cual será su composición?¡Será potable?¿Dulce o salada?

El Universo, a veces, supone una posibilidad al alcance de la imaginación de quienes buscan otros mundos posibles.


Un saludo

Paloma

David Herrero dijo...

Bienvenida Paloma. ¡Qué alegría ver tus comentarios!

Me gusta el adjetivo "lunático", es una muy buena forma de definir a estos tipos que se empeñan en ir más allá de lo meramente funcional... sobre todo si acaban aterrizando, o haciendo aterrizar, en la Luna.

¿Qué es, entonces, lo funcional para ellos?, ¿lo mismo que para el resto?. ¿Tiene el mismo significado "funcional" para unos que para otros, lunáticos y terrestres? ¿la cosmovisión afecta al sentido de lo funcional?

uff... qué preguntas para estas horas! jaja.

Saludos.

Gloria dijo...

A veces creo que hay vida en otros planetas, y a veces creo que no. En cualquiera de los dos casos la conclusión es asombrosa.

Carl Sagan (1934-1996) Astrónomo estadounidense.

David Herrero dijo...

Gloria!

Me apetece contestarte o, mejor dicho, desarrollar e hilvanar la frase que presentas con otra del mismo tipo ingenioso que, con voz profunda y pausada y a través de elegantes y relajados movimientos, aparece, de vez en cuando, en nuestras pantallas.

La primera gran virtud del hombre fue la duda y el primer gran defecto la fe. Carl Sagan.