Si hubiera una categoría de entradas de blog que fuera "Aquellas que se sirven para comenzar de una frase que dijo alguien", y dentro de ella otra se refiriera a "Aquellas que se sirven para comenzar de una frase que dijo Einstein", se podrían encontrar por la blogsfera muchas entradas pertenecientes a la primera categoría, pero casi habría más de la segunda, aunque, en principio, resulte difícil de imaginar. Bien, pues esta entrada sería una del subgrupo referido a buena competencia discursiva de Albert Einstein, ya que me voy a servir de una cita suya para comenzar, aunque reconozco que puede existir la duda de si realmente la dijo él porque se le ocurrió el mismo, o porque se la escuchó a otro, o si la dijo otro y se la han atribuido posteriormente a él, o si la dijo algún historiador por él en un arrebato de artista plástico, en concreto, de retratista, como el historiador Luis Suárez Fernández en su biografía de Franco que ha estado de actualidad los últimos días.
La cita a la que me refería de Einstein dice que "si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo". Algún tiempo después la quiso matizar añadiendo que la "locura es hacer una misma cosa una y otra vez esperando resultados diferentes", lo que orienta a pensar que realmente ambas frases fueron dichas por él, aunque acompañado en cada caso por personas distintas. Einstein propuso hacer diferentes cosas, elaborar o seguir procesos distintos, si queremos conseguir diferentes resultados de los que obtenemos con las cosas que hemos hecho o que hacemos actualmente. Lo que no dijo es cómo hacer esas diferentes cosas porque, es fácil hacer lo que uno ya sabe hacer, pero no lo es hacer lo que no sabe. A George Constanza, el más atormentado de los cuatro personajes de Seinfeld, se le ocurre una forma de hacer diferentes cosas para conseguir diferentes resultados.
- George, decidido a conquistar la victoria -
Cualquier espectador aficionado a la serie, además de asistir a uno de los mejores momentos de su quinta temporada, asiste también a un momento en el que George, aunque pueda no parecerlo, realmente hace algo distinto de lo que acostumbra, según dice él, desde pequeño: dice la verdad, con el valor añadido de que es al hablar sobre sí mismo a una bella mujer. Contra todo pronóstico, incluido el suyo, parece que sí obtiene un resultado distinto de los que obtenía antes, en concreto obtiene el resultado deseado, aunque no llegamos a saber si el pan de centeno sin tostar no le produce una mala digestión junto con la excitación derivada de la compañía de Victoria.
Dicho resultado, la reacción de esa mujer rubia, es agradable y deseado aunque imprevisible; se consideraría pues, precisamente por eso último, un feedback negativo. El feedback negativo no es negativo por que a uno le sienta mal algo, aunque pueda predominar eso, es simplemente la información impredecible que uno recibe y que depende de lo que se esté haciendo. En el caso del entrañable George, el feedback que recibe es gustoso, pero a todas luces imprevisto, lo que, además de un golpe de asombro y de risa en el público, significa la posibilidad de aprender por su parte, sacando valor de la experiencia. Esta posibilidad será efectiva en función del uso que haga de la información que ha obtenido, es decir, el aprendizaje no viene inmediatamente posterior a un feedback negativo, e incluso puede no llegar nunca, como señalé en un post anterior.
Esta escena es interesante para ver a través de ella la recepción que alguien tiene de un feedback negativo porque éste no causa estupor, frustración, miedo o emociones desagradables por el estilo, sino lo contrario, al menos en un plazo corto de tiempo. También es interesante, aunque quizás sólo para quien esté más familiarizado con este personaje, atender a cómo una acumulación de pequeños feedbacks negativos no gestionados o ni siquiera atendidos -que son los que acaban por frustrarlo- se convierten en su conjunto en un feedback positivo llegado un momento. Ese momento es en el que uno se confirma a sí mismo que es un estúpido, un facasado, o un primo hermano de lo anterior, y que si no hace algo para dejar de comportarse como lo viene haciendo, lo seguirá siendo. Así, Geroge, con la sugerencia de Jerry, decide dejar de "seguir sus impulsos" o, mejor dicho, decide seguirlos, pero en sentido opuesto. Esto añadirá un plus de humor a la comedia durante algunos capítulos, pero, en definitiva, no le será a George muy útil a largo plazo o, mejor dicho, no le será útil en un sentido desarrollativo, en el sentido de que la solución al problema también implique una solución en uno mismo con vista al futuro.
George decide atender a sus impulsos, los que, según él, le han llevado a no tener trabajo, a tener que vivir en la casa de sus apolillados padres y a quedarse calvo. Así, cada vez que se enfrente con una situación donde tenga que tomar una decisión, pensará lo que haría él mismo, para así hacer lo opuesto. Pasa de actuar por puro instinto a centrar la atención en esos instintos. De cualquier forma, la atención no sale de sí para poder obtener otro tipo de información. Sigue, pues, dejando de contemplar el propio contexto donde se desenvuelve como una fuente de información diferente, y potencialmente útil, con la que decidir.
George decide atender a sus impulsos, los que, según él, le han llevado a no tener trabajo, a tener que vivir en la casa de sus apolillados padres y a quedarse calvo. Así, cada vez que se enfrente con una situación donde tenga que tomar una decisión, pensará lo que haría él mismo, para así hacer lo opuesto. Pasa de actuar por puro instinto a centrar la atención en esos instintos. De cualquier forma, la atención no sale de sí para poder obtener otro tipo de información. Sigue, pues, dejando de contemplar el propio contexto donde se desenvuelve como una fuente de información diferente, y potencialmente útil, con la que decidir.
4 comentarios :
Ja.. genial análisis.
En general la gente se queda con una noción muy empobrecida de feedback. Aquí lo desarrollas y ejemplificas muy bien con las nociones de feedback positivo y negativo (que no tienen nada que ver con el contenido evaluativo de lo que pase, que es otra gran confusión).
Creo que tomaré esta escena cuando tenga que volver a explicar esto, así que mil gracias por la idea.
Es un ejemplo muy bueno de descoloque.
Eso sí, no hay feedback sin feedforward, y eso es algo que también está claro en el ejemplo. Y se suele pasar por alto.
La clave está en el feedforward y en plantear cambios ahí.
Como bien dices, para notar tienes que estar atento a notar de entrada, si no, no hay manera de remodelar los propios modelos con los que funcionamos en el mundo. Y si no, que se lo pregunten a nuestro antihéroe George.
Haz lo contrario, me recordaba una de las típicas prescripciones paradójicas de la terapia breve de influencia ericksoniana.
Como muy bien indicas, muchas de estas intervenciones, eran eficaces a corto plazo, pero no necesariamente eran desarrollativas (y no se mantenían a largo plazo). Si la finalidad es remediativa, puede sin más cambiar un producto X, por su opuesto. Es decir, un mero cambio de contenido, pero no necesariamente un cambio de proceso, o una comprensión más compleja del proceso, que sí llevaría a cambios desarrollativos.
Por ejemplo, como de nuevo planteas acertadamente, si más que reaccionar te empiezas a ver a tí mismos gestionando cómo decides (en vez de decidir sin más)se abre un complejo y sutil cambio procesual. Sería un ejemplo de remodelado, no de producto sino de proceso y eso es mucho mucho más interesante.
Genial, David, si te veo hoy te daré una cosa que te tengo reservada, en agradecimiento a este post tan bueno.
Alejandro
Supongo que no me habrás visto hoy por la Facultad. He aprovechado tu sugerencia sobre esa cosa para huir y refugiarme en mi casa, en Cuenca, jaja!
Necesito desconectar un poco y descansar aquí, pero volveré el jueves o el vienes.
Por cierto, gracias por los elogios, y supongo que imaginarás, aunque sea aproximadamente, de dónde surgieron las ideas que tenía en mi cabeza y que me hicieron pausar este capítulo mientras lo estaba viendo para revisar dos o tres veces más la escena de George.
Es una serie que me ha gustado desde siempre. Creo que tengo en mi memoria algún que otro momento más para rescatar, como este "I was in the pool": http://www.youtube.com/watch?v=1cUNNKzj_Nc
Un saludo.
¡ I was in the pool! ¡ I was in the pool! Ja ja ja ja ja...
Seinfeld es también una de mis series favoritas. Uniéndolo a tu post posterior, muchos profesores deberían dedicar más tiempo a ver este tipo de series, en vez de amargarle la vida a sus alumnos, que seguro que más de uno terminará como nuestro George,... que bien mirado, tampoco está mal como final. ¿Cómo se llamaba el vecino gordito de gafas, con el que Kramer se llevaba tan mal? Ja... estoy recordando momentos de esa serie, creo que tendré que volver a verla.
Ya nos vemos, ah... ¡ I was in the pool! ja ja
Creo que te refieres a Newman, que la verdad es que es bastante odioso, pero éste se llevaba mal con Jerry, no con Kramer.
El guionista de Seinfeld, Larry David, el prota de Whatever Works, ha hecho una nueva serie. Se llama Curb your enthusiasm. Me han dicho que está muy bien, pero, por lo poco que he visto, en cuanto a realización es más humilde que Seinfeld.
La serie duró 9 temporadas y no encuentro explicación para que no siguieran haciendo más. Iba mejorando con los años. El propio Jerry tampoco se lo explica cuando visitó el programa de Larry King: http://www.youtube.com/watch?v=NZfUgVSfKdQ
Cuando te vuelva a ver ya te comentaré algo de los vampiros ;)
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