13/10/13

Conexiones: Keeney, Anderson, dar clase

Harlene Anderson: Algunos sistemas y circunstancias maximizan las posibilidades de enriquecimiento profesional y personal; otros las minimizan. ¿Cuáles son las características de los sistemas y circunstancias que maximizan las oportunidades de aprender? ¿Cómo llega una experiencia de aprendizaje a ser significativa para quien aprende y para el mundo en que vive? ¿Cómo puede un maestro crear una atmósfera propicia para el aprendizaje? [...]  ¿Cómo estaremos dispuestos a aprender de nuestra experiencia cotidiana?

- ANDERSON, H. 1999. Conversación, Lenguaje y Posibilidades, Un Enfoque Posmoderno de la Terapia. Buenos Aires: Amorrortu. pp.320.


*


Bradford Keeney: Lo ideal sería que los clínicos (maestros) dejaran atrás la dicotomía tradicional entre teoría y práctica clínica, y que se las vieran con ambos dominios de la terapia. A fin de desarrollar una perspectiva que abarque estos opuestos aparentes, tenemos que prestar atención a la epistemología. Siguiendo a Bateson, utilizó el término "epistemología" para designar las premisas básicas que subyacen en la acción y la cognición. Este examen de nuestros supuestos epistemológicos nos permitirá comprender más cabalmente cómo percibe, piensa y actúa el clínico en el curso de la terapia. Por otra parte, el cambio epistemológico es el más profundo que los seres humanos son capaces de manifestar, ya que significa transformar la propia manera de vivenciar el mundo.

Para don Juan, el maestro de Castañeda, "detener el diálogo interno" era el requisito previo para experimentar una epistemología alternativa:
El primer acto de un maestro consiste en inculcar a su alumno la idea de que el mundo tal como lo concebimos sólo es una visión, una descripción del mundo. Todos los empeños del maestro tienden a demostrar esto a su aprendiz. Pero aceptar este hecho parece ser una de las cosas más difíciles de lograr; nos gusta seguir atrapados en nuestra particular visión del mundo, que nos obliga a sentir y actuar como si lo supiéramos todo acerca de él. Un maestro, desde el primerísimo acto que ejecuta, procura detener esa visión. Los brujos lo llaman "parar el diálogo interno", y están persuadidos de que es la técnica más importante que el novicio puede aprender (Castaneda, 1974, pág. 231).
 - KEENEY, B. 1994. Estética del Cambio. Barcelona, Paidós. pp.21-22.

2 comentarios :

Alejandro dijo...

Cuando empecé a leer a Castaneda, lo hice influido por la Estética del Cambio del Keeney, y también de mis lecturas de Milton Erickson. Desde ahí las conexiones eran de lo más sugerentes. ¿Cómo cambia un libro en función del interés desde el cual lo leemos, verdad? Gracias de nuevo por estas conexiones. La verdad es que se ha convertido ya en una sección tradicional de tu blog, que casi esperamos con impaciencia ;)

David Herrero dijo...

Sí que cambia... es gratificante darse cuenta de ello.

Lo de presentar estas conexiones, un placer. Podría elaborarlas y presentar esa elaboración, pero estaría presentando otra cosa (más elaborada, ja! lo cuál tampoco es sinónimo de mejor). Sería interesante saber qué hace cada lector con estos "mimbres", e incluso el propio hecho de si los considera "mimbres".

Gracias por tu comentario ;)