- Sesión 6ª - 16 de octubre
Para trabajar en la sesión de hoy debíamos haber leído dos textos, ambos dentro del tema que estamos tratando de la diversidad como dimensión cultural. El primero de ellos titulado “El mito de la pureza cultural” de Juan Pablo Palladino, que también es el único que nos ha dado tiempo a trabajar por completo, trata sobre la globalización y su efecto en las culturas y en la identidad cultural de las personas.
De la relación anterior surge un fenómeno que no ayuda al propósito general de una mejor convivencia, éste es la falacia terminológica. Ésta, creo que puede desvirtuar el verdadero sentido del término cultura, del cual extrajimos algunas características, las más relevantes son que no es homogénea, ni monolítica, ni una realidad absoluta, ya que es algo absolutamente dinámico, por que ninguna cultura está aislada de otras. En este contacto, llamado multiculturalidad, es donde la cultura vive sus procesos dinámicos.
Por el contrario hay sectores sociales que ven en ese contacto cultural algo totalmente distinto. Ven una oportunidad de reafirmar su identidad cultural por medio de la exaltación de la diferencia. Esto le hace situarse en una ficticia “superioridad cultural absoluta”. Con esto no quiero decir que no existan puntuales superioridades o aspectos en los que una cultura es superior a otra, pero no creo que deba ser tratada la superioridad como algo absoluto, sino relativo. De sesiones anteriores hemos extraído la conclusión de que todas las culturas tienen aspectos positivos. Los cuales, alguien que se sitúe desde una “superioridad cultural”, nunca llegará a valorarlos, ni siquiera a verlos.
Esto sucede cuando el asimilacionismo está presente, término que aparece en el segundo texto que debíamos haber leído para esta clase, el cual está escrito por Mariano Fernández Enguita. Esta respuesta a la multiculturalidad consigue buscar una adaptación unidireccional. Dicho con otras palabras, las preguntas sobre cuestiones culturales vienen respondidas de serie.
Con esta aclaración volvemos a conseguir relacionar lo tratado en una sesión con lo de otra anterior. En este caso con las tres preguntas que nos planteó la profesora en la quinta sesión.
Se puede decir entonces que mediante el asimilacionismo las diferencias se “tratan” unidirecionalmente a favor de la cultura dominante. En relación a la cuestión que nos propuso la profesora para finalizar “¿Qué grupos piensan que la cultura es monolítica y/o una realidad absoluta?” creo que algo relativo, y que depende desde que realidad se mire. Para mí, en la actualidad y a nivel mundial, unos grupos que piensan de dicha manera pueden ser los practicantes de las religiones. Y no precisamente en occidente. En otras culturas el ámbito religioso “sigue siendo” tan influyente en las vidas de las personas que sólo ven como válida su propia cultura. Eso creo que no ocurre tanto en occidente donde se está dando un proceso de desapego a la religión, en contraste con épocas pasadas. A nivel nacional, y también en la actualidad, me parece que una muestra de cómo intentar ver la cultura propia de manera homogénea la representan cualquiera de los nacionalismos.
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