13/4/08

Reflexión final del bloque II de Psicología de la personalidad

El análisis biográfico que voy a exponer a continuación, y que está realizado desde la nueva perspectiva que me ha aportado la segunda parte de esta asignatura, se centrará sobre el astrónomo, profesor de Astronomía y Ciencias Espaciales de la Universidad de Cornell (situada en Ithaca, Nueva York) y director del Laboratorio para Estudios Planetarios de la misma universidad, Carl Sagan, quien falleció en 1996. Si bien puede parecer que lo antes mencionado sobre él ya sería motivo suficiente para que un estudiante como yo, tan alejado de su disciplina, le eligiera como personaje para un trabajo de este tipo, tengo que aclarar que el verdadero motivo de dicha decisión es su obra, en concreto su obra magna, “Cosmos: Un Viaje Personal”, una serie-documental que tiene por objetivo la divulgación científica, y por contenido una serie de ideas sobre la historia de la astronomía, el origen de la vida, nuestro lugar en el universo y sobre lo que somos, que son el reflejo de una mente prodigiosa, y que sirven de guía al espectador para adentrarse en el mundo del conocimiento científico, y en algunos casos, como el del que aquí escribe, hasta emocionarse con él.

- Inspirador de miles de millones de conciencias -

Comenzaré mi análisis de su personalidad comentando una curiosa, y premonitoria, anécdota que le ocurrió a Carl cuando vivía con sus padres en Brooklyn con 8 años. En invierno desde su cuarto se podían ver a veces las estrellas. Las miraba y las veías lejanas y parpadeante, mientras se preguntaba qué serían. Se encargó de preguntárselo a los adultos, pero no le respondieron más que lo que ya sabía que eran, luces en el cielo. Así pues, siguió con la intriga mientras esperaba una respuesta más profunda. En cuanto tuvo la edad, se hizo una tarjeta de lector de la biblioteca de su barrio y pidió inmediatamente a la bibliotecaria algo sobre las estrellas. Ella volvió con un libro de fotografías con los retratos de hombres y mujeres cuyos nombres eran Clark Gable y Greta Garbo. Tras esta confusión le trajo otro libro: el libro que él quería, donde encontró la respuesta a sus dudas sobre qué son las estrellas.

A partir de esta divertida anécdota que le ocurrió de niño ya se pueden entrever las características de algunos de los componentes relacionados con la motivación de su constructo personalidad. Su corta edad podría contrastar con el tamaño del deseo que poseía de alcanzar su meta, saber qué eran esas luces en el cielo, una meta que no era ni de tipo fisiológico, ni de seguridad, ni siquiera social, simplemente era la expresión de algo tan propio de los humanos, el deseo de conocer nuestro medio, sólo que su objeto de deseo se encontraba a una gran distancia. También he decir que la naturaleza de su motivación era totalmente intrínseca, surgía de él, y fue la que le condujo en su exploración del mundo en estos años.

Siguiendo cronológicamente, el siguiente momento de su vida donde me voy a detener fue uno que sucedió unos años más tarde que el anterior, y que narra en una de sus múltiples obras escritas, “Un Punto Azul Pálido”, por lo que se puede deducir que él mismo fue consciente de la importancia que este suceso tuvo en su momento para la construcción de su autoconcepto. Si con el suceso anterior había descubierto ya que no todo el mundo tenía muy claro el concepto de “estrella”, ahora descubriría que no todo el mundo comprende las motivaciones ajenas. En aquel momento no había palabra para lo que Carl quería ser: quería viajar e investigar la vida en otros planetas, quería estudiar las estrellas, quería diseñar naves espaciales… pero era sensato y comprendió que quizás él ya habría muerto para cuando los humanos pisáramos otro planeta, así que decidió que estudiaría las estrellas. Y motivo de ello fueron los desaires que recibió de su abuelo, quien le preguntó que a qué le gustaría dedicarse cuando fuera mayor. Carl muy orgulloso le contestó: "quiero estudiar astronomía". El abuelo volvió a preguntarle: "Eso está muy bien. ¿Y qué piensas hacer para ganarte la vida?"

Actitudes como la anterior no significaron un freno para la consecución de se meta, para la cual, sus padres y sus maestros no escatimaron en refuerzos, pero sí pudieron servir para que Carl, en algún momento, se reflejase a sí mismo simbólicamente para ser una parte activa su propio desarrollo. Según la Tª del aprendizaje social la conducta tiene un componente direccional que le lleva a la obtención de metas y que se infiere a partir de la valoración que el individuo hace del refuerzo. Esto se aprecia perfectamente en este suceso, y en las posteriores valoraciones que hace mi personaje hacia el papel de sus padres y maestros en su infancia, quienes, como ya he dicho, le estimularon todo lo que pudieron, y quizás consecuencia de ello sean los dos rasgos (del modelo de los Cinco Grandes) que destacan de manera sobresaliente en su personalidad durante el resto de su vida. Estos rasgos son el Tesón y la Apertura mental, que tuvieron su sustrato en experiencias como las que he contado, y que se desarrollaron de manera extraordinaria posteriormente, y convirtieron a Carl Sagan en un buscador incansable, situado en el escepticismo, cuya motivación era un deseo apasionado de comprender el mundo.

- El Dr. Sagan sosteniendo la placa que viaja a bordo de la nave espacial Pioneer 10 con destino a Aldebarán, un "mensaje en una botella" interestelar esperando ser leído -

“La única verdad sagrada es que no hay ninguna verdad sagrada”. Afirmaciones como ésta, y todo el entramado de reflexiones que lleva detrás, son muestra de los dos anteriores rasgos, que le convirtieron en una persona que durante toda su vida defendió que la ciencia debía probar y preguntar sin límites, incluso aquellas ideas defendidas por las religiones. En relación con esto mismo, es muy interesante la justificación que da para la no necesidad de un dios en explicaciones relacionadas con nuestro origen: “considerando que la idea del Big Bang es correcta, ¿qué sucedió antes?”. Se pregunta. “Si dios creo el universo de la nada, y no hay respuesta sobre quién es dios, por qué no saltarnos un paso y decir que no hay respuesta para el origen del universo”; considera que históricamente hemos respondido a esa pregunta desde el misticismo de la religión.

Por ideas como ésta considero que la personalidad de Carl Sagan podría servir como la misma definición del rasgo de Apertura Mental, consistente éste en la búsqueda de nuevas experiencias, así como la atracción por lo desconocido y su exploración. También es interesante verlo reflejado en la siguiente afirmación que aparece en su libro “La diversidad de la experiencia científica: una visión personal de la búsqueda de Dios” y que trata de analizar la diferencia entre ciencia y fe de esta forma: “Creo que si alguna vez alcanzamos un punto en que creemos que comprendemos a fondo quiénes somos y de dónde venimos, nos estaremos equivocando”. La búsqueda de esta comprensión debe ser un intento continuo, según él, de aceptar el universo tal y como es realmente, no de imponerle nuestras predisposiciones emocionales. Se trata de de asumir lo que nuestra exploración de él nos descubre.

También fue un hombre crítico con la indiferencia ante la política, por ejemplo cuando explica la destrucción de la Biblioteca de Alejandría en el primer capítulo de la serie Cosmos, llega a la siguiente conclusión: “se cuestionó la permanencia de las estrellas, pero no la justicia de la esclavitud” y la hace en referencia a los ilustres estudiosos o científicos de la época que no desafiaron ningún supuesto político, económico o religioso. Esto es indicativo de que el rasgo Tesón era otro que también tenía muy desarrollado en su personalidad. En definitiva creo que los dos rasgos mencionados anteriormente fueron los que guiaron su deseo de completar sus proyectos personales, factor crucial éste para el desarrollo emocional. Para finalizar tengo que decir que no podría acabar una exposición sobre Carl Sagan sin antes no hacer referencia a una de sus frases, quizás las más famosa y la que más conocimiento y sabiduría engloba, y que es el reflejo de su gran desarrollo personal: “Somos una forma que tienen el cosmos para conocerse a sí mismo”. Desde esta asignatura uno de los objetivos que se plantean es el conocernos a nosotros mismo, a los humanos, a través de la personalidad. Quizás, a diferencia de cómo planteaba al principio, él y yo, no estemos tan separados por nuestras disciplinas de estudio, y sí unidos por un proyecto personal en el que la meta es la búsqueda en sí misma.

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