- Sesiones 27ª y 28ª - 15 y 16 de enero
Las dos últimas sesiones de la asignatura, al igual que las dos anteriores, las impartió Adela. La última sesión fue destinada a que expusiéramos nuestras respuestas a las preguntas del guión, y posteriormente a que aportáramos nuestra visión del texto completo de Gimeno, es decir, el de las dos sesiones anteriores y el de estás últimas, mediante una opinión de lo que nos había parecido en general. Tengo que decir que no intervine apenas en el “debate” que se produjo ya que la línea central que estaban siguiendo las opiniones de las dos compañeras que más estaban aportando no iba en la misma dirección que la que hemos forjado durante este curso, la cual es bien distinta, además de que la conclusión general que en teoría obtuvimos fue que “era un texto desfasado visto desde la práctica” y que “la teoría va detrás de la práctica”. No ha sido la clase en la que más cómodo me he sentido, ni de la que más he disfrutado de la asignatura, y reflexionaré sobre lo que sucedió, y sobre las ideas que se expusieron en clase, y que también Adela dio como válidas, ya que creo que teniendo en cuenta el proceso de aprendizaje que deberíamos haber recorrido a lo largo de esta asignatura, no son las más apropiadas. Me parece que está última idea es un síntoma de que estoy comenzando a posicionarme. Dichas reflexiones las trataré tras haber comentado el texto de Gimeno “Modos de aprender los saberes: De la disciplina del escuchar a la de leer y escribir” y las ideas que de este me han surgido, y haber respondido a las preguntas que plantea Adela en el guión sobre dicho texto.
Sobre este texto lo primero que tengo que decir, una vez que lo he leído por completo, es que me ha dejado asombrado por la enorme capacidad de análisis que muestra el autor sobre la realidad escolar. Quizás por ello, mientras lo leía me daba cuenta de que poco podía añadir yo mediante reflexiones a lo que expone, más que mostrar mi admiración por esa forma de pensar y por cómo la utiliza en este caso, para realizar una maravillosa deconstrucción de la escuela como institución.
Comienza justificando la existencia de ésta institución como una forma de reconstrucción de lo que no podemos observar directamente, hecha mediante imágenes y palabras que son los medios para relacionar y hacer llegar lo que el autor denomina la experiencia colectiva acumulada a los sujetos carentes de ella. Considera que la palabra leída o escrita es el medio por antonomasia de comunicar experiencia o relacionarse con el mundo no presente, con lo que la forma en la que se utilice ésta, será determinante de la identidad del alumno que resulte del proceso de aprendizaje. Por lo tanto los distintos modelos pedagógicos posibles difieren en las maneras de decir, escuchar, leer y escribir, y en las combinaciones entre ellas, así por ejemplo el paso a las formas didácticas más modernas sucedió cuando al alumno se le permite hablar, leer y escribir con más autonomía y libertad. Esta pedagogía le da nuevos usos al lenguaje como el diálogo, la crítica, así como la ampliación de la gama de textos de posible lectura, y la utilización de la escritura para expresar su propio pensamiento.
Con lo expuesto anteriormente creo que se puede responder a la primera pregunta del guión que nos entregó Adela y que se refiere a cuáles son las sugerencias del autor en cuanto a la forma de utilizar la palabra en clase, y que si las consideramos válidas para cualquier contexto y edad. En cuanto al contexto, creo que no debe de afectar en gran media al uso que se haga del lenguaje en él. Considero válidos los usos del lenguaje basados en el diálogo y la crítica, y la variedad de textos y posibilidad del alumno a que exprese su propio pensamiento en cualquier contexto. Por otra parte, en relación a la edad, considero que, cómo se dice en el texto, primero se deben de dominar los instrumentos básicos para la adquisición de la cultura, para posteriormente fomentar la capacidad de iniciativa y autonomía personal. También he de decir que a diferencia de otras sesiones en esta me ha costado más responder a las preguntas, y creo que se debe a que el texto, el cual contiene ideas más complejas y más elaboradas que los anteriores, lo hemos trabajado menos y peor que en otras sesiones cuando nos dedicamos a exponer las ideas sobre éste toda la clase en conjunto.
Para pasar al siguiente punto de mi reflexión sobre el texto, quiero comenzar en una reflexión que lanzó una compañera en clase, y que decía que la escuela debe de transmitir los valores de la sociedad donde está enclavada. A esto responde Gimeno, mediante un análisis excelente del fenómeno de la escolarización, el cual, no podría dejar de reflejar determinados rasgos y usos vigentes de la cultura donde se encuentre. De esta reflexión de Gimeno yo obtengo una idea algo distinta a la de mi compañera y es que no debemos de centrar la actuación en transmitir los valores de nuestra sociedad, ya que en sí mismo es algo inevitable. Un uso cultural muy importante son las formas de comunicación de los seres humanos, con lo que consecuentemente la escuela las domesticó, haciendo de ellas los instrumentos necesarios para desarrollar los procesos de comunicación, de pensamiento y de apropiación de la experiencia, así se tuvo que “naturalizar” el mundo artificial convirtiéndolo “a la medida de los menores”. Por lo tanto, el reto esencial de la escuela ha sido y seguirá siendo el de cómo hacer posible que los alumnos acepten el régimen de comportamiento que les imponga esa abstracción de lo simbólico. De esta reflexión de Gimeno creo que Adela extrae la siguiente cuestión del guión, la cual alude a cuáles son las posibles estrategias a plantear para atraer el interés del alumno/receptor del mensaje, a la que se refiere Gimeno de la siguiente forma: salvar la brecha entre el mundo al alcance de los sentidos y sus representaciones abstractas.
La pregunta que planteó Adela me pareció tan abierta a posibles variantes y contextos que no supe darle otra respuesta, más que la siguiente, aunque sé que es una obviedad, ésta es que planteando actividades de aprendizaje atractivas y motivantes a los alumnos/recptores se seguiría un buen camino. Supongo que teniendo en cuenta las circunstancias del contexto en concreto, valiéndote de tu experiencia previa y pensando al respecto podrás encontrar una estrategia adecuada. Pese a lo anterior creo que Gimeno reflexiona al respecto cuando dice que el conocimiento, por parte de los alumnos, se podría extraer mediante la observación dirigida por la reflexión que busca la organización de las impresiones. Después de esto, mediante el lenguaje hablado, se comunicarían significados: mostrando el contenido por medio de la narración, elaborándolos mediante la discusión y el diálogo, ejercitándolos mediante la exposición y comprobándolos con el interrogatorio. Considera que por reafirmar valores como el “buen saber decir” o “hablar bien” no habría que tener miedo a ser tachado de tradicionalista, ya que son cualidades que denotan la calidad de la educación, y que normas inherentes a esa forma de comunicación oral son las que la han desprestigiado, condenando al alumno a escuchar sinsentidos más que incitarlos a pensar y hablar. Según avanza el texto encuentro otro argumento de Gimeno que completa lo anterior y que, creo, que sirve para responder a la cuestión planteada por Adela, éste es que al igual que existe una pedagogía tradicional de verbalismo vacío, existirá con las nuevas tecnologías, ya que no es el escenario ni el modo de comunicación lo que hace que la práctica educativa sea tradicional o moderna, conservadora o innovadora, sino la relevancia del mensaje, la atracción del mensaje, la efectividad de la comunicación y los efectos secundarios o derivados del mensaje.
Para resolver esta segunda cuestión soy consciente de que he utilizado muchos argumentos de Gimeno y no míos propios, esto es debido a que los considero muy elaborados y profundos, consistentes entre ellos, resultado de muchas y muy buenas reflexiones, quizás más de las que yo soy capaz de realizar actualmente, pese a ello, las entiendo y las comparto, y por eso las expongo.
Podría seguir exponiendo argumentos de este autor pero considero que ello significaría descentrarme del objeto que tiene este diario de aprendizaje. Aunque quiero exponer brevemente mis reflexiones una cuestión que aparece en el texto, es la influencia de la religión en la educación. Gimeno alude a esto al decir que la forma y la estructura del espacio escolar de la actualidad es el resultado de una génesis que refleja las formas de comunicación dominantes en cada lugar y momento, y que ello nos indica que aquel medio que no sea un espacio para hablar todos con todos se parecerá más al modelo de una iglesia, al que se refiere más adelante como los espacio de indoctrinación por excelencia, y todo ello es debido al orden de comunicación unidireccional. Esta reflexión me parece maravillosa, ya que es fruto de una completa reconstrucción de la realidad hasta llegar a ser consciente de la losa que supone la religión para el avance de la humanidad. No lo sé, pero creo tristemente que gran parte de enemigos y detractores que tenga Gimeno se los habrá ganado, de forma injusta, por afirmaciones en ese último sentido.
En la siguiente parte del texto el autor aborda el cambio progresivo de la oralidad al dominio de la lectura silenciosa, y como el dominio y el ejercicio de escritura y lectura son a la vez objetivo fundamental de la educación institucional e, instrumento esencial para la mayoría de los restantes objetivos. Para exponer la siguiente idea que me surgió leyendo esta parte voy a partir de una reflexión que hace Gimeno, cuando dice que un ejemplo de las tradiciones educativas en las formas de comunicación se aprecia en la lentitud con que las prácticas educativas aprovechan los avances tecnológicos. Respecto a esto otra compañera durante la clase se posicionó en contra, opinaba que mirando desde la práctica, la teoría siempre va con retraso. Yo creo que para otorgar la razón a alguno de los dos habría que observar lo que sucede con el uso del libro de texto: la compañera argumentaba que el libro de texto es considerado por los profesores como una herramienta al igual que puede haber otras, pero por otro lado creo que lo consideran como algo insustituible dentro del aula ya que acusaban al presente texto de Gimeno de desfasado al no nombrar la forma en la que la ley alude a la regulación de los libros de texto o algo parecido. Por lo tanto creo que Gimeno acierta y que una de las causas del fracaso escolar puede ser que el sistema escolar todavía no haya asimilado la enorme brecha que ha originado la reciente revolución de Internet, entre la capacidad de uso de esta herramienta por parte de las últimas generaciones denominadas tecnológicas, y las prácticas predominantes en la escuela. Parece que nos está ganando el peso de las tradiciones educativas en las formas de comunicación.
La siguiente pregunta del guión que nos entregó Adela hace referencias a la relación entre disciplina y el nuevo orden pedagógico que imponen la lectura y la escritura en la escuela, en el que Gimeno considera que se originaron metodologías híbridas, las cuales hoy subsisten. La cuestión que plantea Adela aparece mencionada en el punto “d” del guión que hace el autor sobre las características de este nuevo orden pedagógico. Así el alumno pasa a ser un intérprete en un ambiente aquietado, se exige una disciplina de carácter más interno que externo, necesariamte adoptando un papel sosegado. La justificación es que al leer, cuanta más atención y energía se dedique a la deconstrucción interior, cuantos más significados se produzcan, cuantas más sean la relaciones que se establezcan son significados previos, más riqueza tendrá el mensaje asimilado. En relación a esto Adela nos propuso un simil relacionado con su faceta de musicoterapeuta, primero puso el ejemplo de cuando se aprende a tocar un instrumento en edades tempranas, si en ese momento se enseñan las técnicas adecuadas relacionadas con la posición optima para toca, cuando se tenga una mayor edad menores serán los dolores físicos ocasionados por tal práctica. A mí inmediatamente se me ocurrió el siguiente argumento: es que la escuela debe educar para vivir la vida, educar para pensar, no para ser una “oveja más del rebaño” tal y como desean muchos órganos de poder. No consigo ver las relaciones existentes entre enseñar para vivir, y enseñar para tocar un instrumento musical. Pese a pensar eso en aquel momento, no tengo claro como posicionarme respecto a la disciplina impuesta por la lectura y la escritura en la escuela, quizás sea por que la única referencia de la práctica que tengo es la que he vivido, y en ésta, creo que la disciplina a la que se hace referencia si estaba presente.
La última pregunta a la que se refiere el guión de Adela es sobre nuestra alternativa posible al sistema educativo en el que nos hallamos inmersos. No quiero ser demasiado meticuloso, pero creo la que la inclusión en esa cuestión de la palabra “posible” es a causa de que Adela trabaja en un Instituto de Secundaria, y quizá con el fin de obtener respuestas concretas, tangibles y aplicables dentro del actual sistema educativo. Quiero relacionar esto último con lo que apuntaba Gimeno en su texto “¿Quién fracasa cuando hay fracaso escolar?”, es algo que creo que ya he comentado en otros lugares de este diario, es atreverse a pensar que el actual sistema es sólo uno de los posibles, el cual da respuesta a un contexto sociocultural diverso, heterogéneo y cambiante, por lo que mi deducción es que el sistema escolar no puede ser monolítico y cuyas prácticas sean homogéneas por que caería en la jerarquización y en la exclusión, y eso se contradice con el principio de universalización y comprensividad de la educación que vimos a principios de curso.
Creo que se puede deducir de todo lo anteriormente expuesto que esta última sesión me dejó un sabor un tanto agridulce, ya que se acabó tachando el texto de desfasado, y no hubo nadie dijera nada en contra. Me es inevitable pensar que si Laura hubiera podido estar con la clase esta última sesión en la que acabamos de trabajar el texto de Gimeno, el proceso de aprendizaje hubiese llegado un poco más lejos, en cuanto a la relación de estás última ideas con algunas previas. Esto me parece que es muestra de lo importante que es saber ser un buen profesional, y que no basta solo con posicionarse respecto a cuestiones, sino que es necesario saber llevar a cabo un proceso de aprendizaje. Aún así creo que soy capaz, aunque lo voy a hacer de un modo esquemático, de dar respuesta a la última cuestión planteada en el guión:
Escuchar --> Leer --> Escribir --> ¿Pensar?
Este esquema lo realizo aprovechando la división en etapas de la evolución en la consideración del modelo de alumno por parte de la institución educativa.
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